Primer día (28 de
Abril ):
Fontanarossa (Catania) a las 10 de la mañana, donde recogemos el
coche de alquiler y nos dirigimos hacia Cefalú, que por cierto,
merece la pena visitarlo, cruzando el centro de Sicilia. Tuvimos una
bonita vista del Etna y unos paisajes pintorescos (alfombra verde
llena de flores) durante el viaje. Por la tarde llegamos a Scopello a
nuestro primer B&B que tiene unas vistas
espectaculares.
Abril):
Natural del Zíngaro con baño en la Cala Caprería (el agua fría).
de Erice con una vista panorámica de la zona. De postre los cannolis
sicilianos nos ayudaron a reponer fuerzas. Al atardecer visitamos las
salinas de Marsala.
Abril):
nos acompañaron como cicerones Andrea y su yegua Rosalía, que nos
aconsejaron un aperitivo en el mercado de la vucciría (fenomenal).
Lástima que no pudimos ver la Capilla Palatina, que estaba cerrada
por seguridad, debido a una manifestación.
Mayo):
ver el Valle de los Templos, que es una visita obligada. Por la tarde
llegamos a nuestro segundo B&B con ayuda del dueño, A., en Ragusa-Ibla.
Mayo):
Acreide, Siracusa, Noto y Módica, para terminar de nuevo en
Ragusa-Ibla. Una auténtica indigestión de arte barroco, con un
descanso intermedio en Siracusa, donde hicimos un paseo en barquito
por la isla D’Ortigia.
dirigimos a Catania pasando por Piazza Armerina, donde pudimos ver la
Villa Romana del Casale y Morgantina (sencillamente espectacular). No
perderse en Catania el Teatro Romano.
B&B, en realidad una casa rural cerca de Gaggi.
del Etna con Gaetano, donde terminamos empapados por la lluvia.
Recorrido por el valle del río Alcántara. Pudimos ver pequeñas
joyitas, como la cuba bizantina de Santa Domenica. Nos llamó la
atención su estado de abandono. Para rematar el día, siguiendo las
indicaciones de la dueña de la casa, cenamos en
A Casina, donde Pippo nos sirvió lo que él quiso, a modo de
degustación de cocina típica siciliana (un acierto total).
tenemos que regresar a España. Es una pena haber estado tan cerca de
Taormina y no haber tenido tiempo de verla, pero todo… no puede
ser. Será excusa suficiente para volver a Sicilia.
la buena gente siciliana, su comida, su arte y sus paisajes. Recuerdo
especial para A. de Ragusa, para G. (de la casa del Etna),
para Gaetano (guía del Etna) y para Andrea y su yegua Rosalía, sin
olvidarnos de Pippo, de A Casina.
Chevenier / María Eugenia San Millán / Dámaso Merino